La reciente derrota en el norte frente a Antofagasta, comienza a sembrar dudas en la hinchada sobre el final del campeonato ante el pobre desempeño del equipo.
La falta de finiquito será el diablo de Ñublense este campeonato, y por más que se improvise en el medio campo para nutrir más a los delanteros no ha resultado nada. Podríamos hasta mandar a Rodríguez a entrenar a la maquina del tiempo y aún así no habrían avances.
La irregularidad se hizo presente en Calvo y Bascuñán y cuando amanecía el encuentro Gerson Martínez al minuto 8 ponía en ventaja el marcador para el local.
Ni los cambios, ni el café cargado, ni el segundo tiempo ni nada mejoraría para los rojos de Chillán y pese a que se generó ocasiones para revertir el marcador en los pies de Ruiz, Vásquez y posteriormente Varas. La pelotita no entraría.
Golpe final daría el local al minuto 88, Javier Elizondo dejaba todo escrito para que en 2 minutos Ñublense milagrosamente reaccionara apostando todo en área rival. El partido son los 90, no es tiempo para reaccionar después del 2-0.
Ñublense queda con 12 puntos y deberá enfrentar dos partidos de local. La irregularidad trajo la inquietud y las deudas las tiene en todos los frentes.