Había comenzado el borrador describiendo el partido… pero pensé que quienes desean una descripción, pueden leer el diario y a periodistas el día de mañana.
Hoy, iba con la fe de cada domingo, quizás alimentada aún más por el triunfo en Quillota, al igual que muchos. Cuatro mil personas, fuimos con la misma idea, ver un buen partido, pero ¿cómo describir todo lo que significó el encuentro?
Alegría, ánimo, nervio, hastío, decepción. Así fue el carrusel de emociones, hasta iniciado el segundo tiempo, donde nos pillaron mal parados, pero la verdad, no quiero ahondar en lo que vivimos en el partido minuto a minuto, es cierto existieron muchos errores… un cambio mal hecho, falta de finiquito, el show del arquero de Valdivia, la excesiva paciencia del árbitro, la expulsión de Corró… ¿pero saben? No se hace cuanto que no sufría hasta el último. La remontada me recordó las veces que los perjudicados fuimos nosotros.
Y ¿saben que valoro? La garra. No hubo mucho fútbol, en ocasiones el equipo quedó tumbado ante la sorpresa de los dos goles, pero atacó. ¿Saben que más? Ver a un jugador (no me acuerdo cual) ir al banderín del corner para besar la insignia del rojo mirando a la galería norte me emocionó. ¿Saben que más? Verlos saludar con respeto a la hinchada… me dejó sin palabras.
Sí, hoy no hubo fútbol deslumbrante, pero aunque me voy algo molesto por tener que sufrir, algo me hace tener esperanza, quizás por los gestos que vi hoy día, esos que hablan de amor al equipo, hoy me fui con una idea distinta. Quizás por haber tenido a tantos futbolistas que venían a terminar su carrera a un equipo de provincia, hoy se nota que hay jugadores que quieren lograr algo más que ganar plata y se han identificado, por lo menos en alguna medida con el equipo.
Insisto, no sé hace cuanto que no remontábamos un resultado. No se cuantos partidos que no gritaba así. No recuerdo el último partido en que la galería norte, literalmente tembló. Pero hoy vi ilusión, hoy vi algo distinto, hoy ví emoción… hoy por fin vi que hay corazón, si señores, por fin pude ver que este equipo tiene corazón. Inculquémosle más historia roja, más sentimiento ñublensino, más mística al estadio destacando su centenaria memoria a través de frases y personajes insignes, y créanme, que tendremos un equipo aún más guerrero.
Profesor de Historia, Geografía y Cs. Sociales.
Hincha de Ñublense.
Columnista desde la mente, relator desde el corazón.